Si alguna vez has tenido un Pug (también llamado Carlino), te darás cuenta luego luego que son perros muy especiales, ya sea por su aspecto curioso, o por la emoción pura que exude de sus poros en toda ocasión, su adorable gesto de cabeza o sus arrugas y gestos interminables, es seguro que si te dejas, terminarán robándote el corazón.
Algunas personas los tachan de 'feos' con sólo una mirada, pero esa obsesión por los pugs no es producto de una imaginación sobrexcitada, cuando un dueño de un pug te dice que ama a su perro créele porque hay una larga historia que prueba que ese amor por esta raza en específico tiene una razón de ser, ya que no por nada se les considera como "mucho perro en poco espacio".
La historia de este pequeño amiguito resulta ser increíblemente interesante, y definitivamente no es lo que esperarías encontrar.
Esta raza tuvo sus inicios en China, en dónde sólo la familia real y los monasterios Tibetanos tenía acceso a ellos. Es fácil de decir que los chinos no eran inmunes ante el encanto natural del pug; teniéndolos bajo el resguardo de su propia guardia real, los pugs eran alimentados sólo con la comida de la mas alta calidad y las hembras de esta raza eran de tanta estima que eran consideradas del mismo rango real que las propias esposas del emperador. Era tanto su amor por sus perros, que el emperador Ling To decretó que el robo de uno de estos animalitos culminaría con la muerte.
Los pugs se hicieron muy populares por los 1600-1700, siendo importados a Europa, en donde se hicieron las mascotas de preferencia de muchas familias reales; la reina Victoria siendo una de sus mas grandes admiradoras (ella tenía muchos pug, entre ellos Minka, Venus, Fátima, Olga y Pedro), ayudó en la cruza de los mismos.
Los pugs además de ser tan populares por su atractiva personalidad, tienen historias que parecen sacadas de una novela. Josephine, la esposa de Napoleón Bonaparte tenía un pug llamado "Fortune", se dice que en la noche de bodas ella se rehusó a dormir en la cama a menos que su perro los acompañara, fue este mismo perro el que después le llevó los mensajes que Josephine escribió en secreto a Napoleón cuando ella se encontraba presa.
Otra historia digna de contar fue la de "Pompey" el pug que le alertó a su amo, el príncipe Guillermo de Orange, sobre la cercanía de españoles, salvándole la vida. Cuando el príncipe Guillermo tomó el trono, sus pugs atendieron la ceremonia vistiendo lazos naranjas.
Los pugs llegaron a ser tan populares que incluso quedaron inmortalizados en varias pinturas hechas por artistas famosos de la época y que indudablemente siguen siendo el objeto de atención de muchos otros más.
Si eres de las personas que piensan que los pugs son feos y no piensan mas allá de esto te indico que lo pienses una vez mas, ya que no por nada tienen todo un linaje y una historia en la que han sido los favoritos de la realeza.
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